La Hada Risueña

Había una vez, en un bosque encantado, un hada llamada Luna. A diferencia de otras hadas, Luna tenía un don especial: irradiaba una felicidad y alegría contagiosas a su alrededor. Cada vez que Luna aparecía, las flores parecían más brillantes y las risas llenaban el aire.

Un día, mientras Luna paseaba por el bosque, notó que algunos animales estaban tristes y desanimados. Decidió usar su don para ayudarlos, y con cada sonrisa que regalaba, los corazones de los animales se iluminaban.

Luna comprendió que su optimismo tenía el poder de cambiar el ánimo de los demás. Entonces, decidió emprender una misión: difundir la alegría en todo el bosque y, así, hacer del mundo un lugar más feliz.

Con entusiasmo y determinación, Luna visitó a cada criatura del bosque. Ayudó a los pájaros a construir sus nidos, limpió la madriguera de un conejo y organizó un baile para los duendes. Con cada acto de bondad y servicio, la felicidad se propagaba como ondas en el agua.

Sin embargo, un día, una nube oscura de tristeza apareció en el bosque. Había un misterio que Luna debía resolver. Descubrió que una malvada bruja estaba robando la alegría del bosque para llenar su oscuro corazón.

Intrigada y valiente, Luna se enfrentó a la bruja. Con su optimismo y poderosa luz, logró tocar el corazón de la bruja, mostrándole que la verdadera felicidad no provenía del mal, sino del amor y la amabilidad hacia los demás.

La bruja, con lágrimas en los ojos, se arrepintió de sus acciones y prometió cambiar. Agradecida por la compasión de Luna, le otorgó un regalo: una varita mágica que simbolizaba la capacidad de esparcir la alegría y las sonrisas por todo el mundo.

Luna aceptó el regalo con gratitud y prometió seguir difundiendo felicidad y optimismo dondequiera que fuera. Con su varita mágica, continuó su misión, llevando alegría a todos los rincones del bosque y más allá.

Y así, el bosque encantado se llenó de risas y sonrisas gracias al hada risueña, Luna. Su legado de optimismo y amabilidad inspiró a los niños a compartir alegría y hacer del mundo un lugar más feliz.